HALO DE VIDA
Cuando la esperanza agota su esencia
y en el cúmulo de mis delirios se apaga,
ya nada queda,
ya nada importa.
Tirado en la arena de la playa,
ahogadas en licores mis penas,
pienso en la dulzura del fin.
Llévame oh! energía divina,
líbrame de mi angustia,
de los tormentosos demonios
del sinuoso pasado.
…............................
Se que estás ahí,
en los recovecos de mi alma,
quieres verme resistir,
aferrarme a lo bueno que existe,
a mi ser más sensible.
Te niegas a verme terminar así,
doblegado,
derrotado de inmundicia,
arrojado al abismo,
oscuro ser negativo
helado de tristeza.
Se que estás ahí
y que lloras por mi,
se que luchas por devolverme a la vida
oh! energía divina,
me aferro a tu mano
como al último halo
áureo de mi existencia.
Jiménez
Ohhh, qué preciosidad, Javier. Un bello y también angustioso clamor a la vida. Me ha encantado leerte, Javier. Felicidades.
ResponderEliminarEsa lucha la han librado muchas personas, entre ellas yo. Un beso y gracias por comentar Loli
EliminarMe ha encantado como describes la agonía de querer desaparecer y a la vez aferrarse a la vida de una manera muy bella. Felicidades Javier
ResponderEliminarSon sentimientos muy explícitos y reales y seguro que mucha gente se sentirá identificada. Un beso y gracias por comentar Sara,
EliminarVaya, qué bueno este poema, Javier..Muy bien traído y muy buen tema..Realmente siempre ella está..Saludos amigo
ResponderEliminarBueno siempre he pensado que una energía divina o suprema la hay, pero vete tú a saber de donde viene. Ahora, si te digo que si estoy aquí hoy en día es gracias a ella. Un beso y gracias por comentar Alfi.
EliminarHola Javier.
ResponderEliminarBonito blog, vistosos y vital.
Gracias por mostrar tu trabajo que se cose a la nostalgia de quienes leemos.
Abrazo.
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Gracias a ti por tu bonito comentario Ángeles. Un besico
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