Calumnias
Foto de IIeana Servan
Las palabras vacías salpicadas de tu boca
nombran un insidioso bosquejo
decapitado.
Mientras masticas imberbe tu osadía,
en este solaz tuyo
más te valdría ser franco,
discípulo de verdades exactas
y no vasallo de falsedades
ni mensajero de obscenidades.
No limites tu existencia,
no desangres tu inocencia,
no traspases la delgada linea,
la que separa admiraciones, de la envidia.
Jiménez
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